martes, octubre 30, 2007

Remembranzas

Aquella noche en la playa, con el cielo repleto de universos distantes, en medio de esa quietud eterna entre el rumor de las olas, supo que los recuerdos no son sino humo de un fuego incandecente, que al tratar de tomarlos se desvanecen entre los dedos y no queda de ellos nada más que el sutil aroma ahumado en la piel.