martes, septiembre 27, 2005

Creo en...

Creo en mi, en lo que siento y lo q respiro, creo en mi risa y mis anhelos. Creo en mi depresión y mis angustias, en mi sentimiento y en mi nostalgia. Creo en la nada que se anida en mi corazón y en el vacío que consume mis entrañas. Creo en las sonrisas de los niños que juegan sin sentir el tiempo doblar sus rodillas. Creo en la esperanza de la memoria de los viejos que juegan a ser pasado. Creo en la distancia que derrota y aniquila al más poderoso guerrero al no saber que es lo que pasa con su corazón. Creo en tantas cosas que no son ciertas y en verdades que nos ahogan de irrealidad. Creo en una suave brisa que acaricia los brazos y reconforta el centro de todo, dando un porque efímero, aunque sea ese brillo de esa estrella esa noche. Creo en los ojos verdes. Creo en el pasado, creo en lo intangible del futuro y lo difícil del presente. Creo en el color vainilla del atardecer. Creo en la ráfaga de luz al bañar el agua de una fuente. Creo en el olor de los libros. Creo en el sabor del chocolate. Creo en la maravilla de la tecnología que nos permite comunicarnos en un segundo. Creo en el corazón y en la química entre personas. Creo en la lluvia que golpetea en el cristal del automóvil en una noche en un crucero de semáforos. Creo en una rosa abierta y en un girasol desnudo. Creo en el olor a tierra mojada y el sabor del mar en los pulmones. Creo en la mirada de ternura y en las miradas que acarician tu alma. Creo en la conversación que hace que sientas un ligero roce de calor a lo largo de tus hombros. Creo en el juego entre enamorados. Creo en el odio de los enemigos. Creo en la incertidumbre de amar más que la otra persona. Creo en la desdicha del desdén de la persona que quieres. Creo en la posibilidad de tomar las riendas de tu vida. Creo en el tiempo que tiene cada persona. Creo en el tiempo que cada persona les puede brindar a los demás. Creo en la traición, y la odio. Creo en una ducha reconfortante después de una semana pesada. Creo en la emoción de reencontrarte con tu amada. Creo en el llanto que se forma cuando sabes que no te quiere tanto como tu a ella. Creo en la indiferencia cuando alguien más te ama y a ti no te importa. Creo en la garganta irritada después de gritar mucho o cuando uno se enferma. Creo en el desmayo cuando no tienes nada más por que luchar. Creo en el vacío absoluto del intrascendente. Creo a ratos en Dios. Creo a ratos en el Diablo. Creo a ratos en el hombre.