viernes, noviembre 18, 2005

Páginas de mi pasado (II)

Es curioso, no tienen fecha, están amarillentas y viejas, sin embargo tan actuales.

Es curioso lo que ocurre en mi espíritu cada vez que comienzo a catar la vida y existencia de alguien nuevo. En realidad esto se lo debo a mi primer amor, Lucía, quisiera insultar el pasado pero me abstengo que estas páginas absorban el odio. Así fue como comenzó esta maldición que cargo a cuestas, se revuelve en mi cabeza y corazón ahora, pero debo poder explicarla.

Al enamorarme de ella, al verla constantemente sin dirigirle la palabra, iba entrelazando en mi imaginación su carácter y pasiones, haciendo míos los anhelos falsos de los cuales me estaba enamorando, sin saber que era yo su creador. Era como amarse a uno mismo, pues ella fue un simple rostro, pero su alma la cree yo en mi conciencia y corazón.
Así pues, quedose en mi ese miedo intrínseco, si es que debo darle el honor de nombrarlo “miedo”, de conocer a las personas a las que les di alma y ver que es cartón pintado lo que amo.
No soporto que al conocer realmente a alguien esa ilusión que comenzaba a entretejer se carbonice sin siquiera darme el tiempo de cambiar de embarcación.


Que quede claro que es distinto ser ermitaño a ser un náufrago.

Paginas de mi pasado (I)

He encontrado un viejo cuaderno, donde escribí cosas q no recordaba.

A veces trato de hacer todo tan memorable y que trascienda a la eternidad que no me doy cuenta que dejo a un lado que lo que más llena es lo simple, lo sencillo e intangible; trato de asegurarme de las variables, hago las cosas no por mi, lo malo es que ya ni sé para quién las hago o por qué.
Es malo mi perfeccionismo y no sé hasta donde me lleve, es algo insaciable y temo que soy un adorador y amante de lo imposible. Cada que logro algo por lo que no lucho, siento que dentro de mi se resquebraja algo.
Todo lo que acabo de escribir no es cierto y no tiene sentido. Hay voces dentro de mi cabeza que no me dejan disfrutar mi vida. Las odio.